David se enamora de la mirada de Nora.
Algo le han dicho esos ojos. Cree que nadie más querrá a Nora como él, que Sultán, siendo más joven y más guapo, ya tendrá otras oportunidades. Además, Nora no tiene ansiedad por separación, y el vive solo y tendrá que dejarla en casa para trabajar.
Observo con tristeza y alegría al mismo tiempo, como estos dos seres especiales emprenden juntos un nuevo camino.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario